Son objeto cotidiano de «torturas y persecución tanto por parte del Gobierno como de sus propios amigos, familiares y comunidades».
La complacencia con los terroristas genera más terrorismo y más privaciones para los gazatíes.
“El mayor triunfo en política exterior de Biden” remite ineludiblemente a su “mayor calamidad” en la arena internacional: la vergonzosa retirada de Afganistán.
Teherán quiere aprovecharse de la debilidad percibida de la apaciguadora Administración Biden.
Consideran a Irán una amenaza letal contra su seguridad y contra la estabilidad de todo Oriente Medio y otras partes del mundo.
La cúpula de Al Qaeda saludó la vuelta al poder del Talibán como una «victoria histórica».
La retirada de EEUU está haciendo de Jerusalén un actor cada vez más decisivo.
Como sucedió en Irak y luego en Siria, el ISIS/EA y Al Qaeda están enfrentados en Afganistán.
Hibatulá Ajunzada fue el jefe del Tribunal de la Sharia en el ’emirato’ talibánico.
La UE y el Estados Unidos de Biden se empeñan en no reconocer la gravedad de la situación.