El antiguo campamento palestino es un reflejo de ese mosaico de guerras en que ha derivado una parte del mundo musulmán.
Ciertas congregaciones cristianas «progresistas» prefieren demonizar a Israel a defender a sus correligionarios perseguidos.
No es posible comprender los acontecimientos ni predecir el futuro de Egipto si ignoramos la historia de sus habitantes más antiguos.
En lo que antaño fuera el centro del mundo cristiano hoy sobreviven unos pocos fieles, amenazados por numerosos peligros y a los que aguarda un futuro sombrío.
Una manifestación antiisraelí y antioccidental ante la mezquita de Al Aqsa muestra el creciente poder de los extremistas musulmanes.