Abás y sus secuaces incurren en la más infame agitación antiisraelí.
El ‘rais’ es parte del problema y no de la solución.
El Estado judío no necesita lecciones cargadas de moralina sino verdaderos socios para la paz.
A partir de ahora, los líderes mundiales se tomarán más en serio a Trump.
No hay mayor ciego que el que no quiere ver.
Una de las grandes tragedias del pueblo palestino es la pésima categoría de sus líderes.
Mientras que los israelíes se dedican a salvar vidas palestinas, la opinión pública mundial los ve como genocidas.
Jerusalén cometería un grave error si echara el cierre a las oficinas del canal catarí.
La decisión de postergar el traslado de la embajada a Jerusalén será interpretada como una muestra de debilidad.
«A fin de alcanzar una paz justa y duradera».