Las principales facciones palestinas están haciendo un uso repugnante de una espantosa tragedia.
El cristianismo está sometido a acoso y derribo tanto en Gaza como en la Margen Occidental.
Denuncian la práctica generalizada de la tortura en la Autoridad Palestina.
Una huelga de profesores pone en el foco la corrupción en la Autoridad Palestina.
Hamás y la AP se han apropiado para sus propios fines de terrenos de la Franja de Gaza, antaño ocupados por asentamientos judíos.
«No concibo nada más estúpido».
Una gran mayoría de palestinos quiere que el ‘rais’ abandone el cargo.
La inversión occidental en promover entre los palestinos la democracia y la paz con Israel ha sido un absoluto fracaso.
Hamás y Fatah no pueden sino culparse del fracaso del ‘Gobierno de unidad’ a la hora de reconstruir la Franja de Gaza y convocar nuevas elecciones.
Diversos Parlamentos europeos se han precipitado a reconocer un Estado palestino en el que no se respetan ni la legalidad ni la libertad.