Con todos sus defectos, y con o sin Netanyahu y con o sin reforma judicial, Israel sigue siendo un país libre.
Un Yesh Atid fuerte será capaz de formar una coalición de consenso nacional que abordará ese 80% de cosas en las que estamos de acuerdo, no el 20% en el que disentimos.
Haré de nuestra economía la más robusta en el mundo post-coronavirus.
Seguro que los enemigos de Israel (y de EEUU) han tomado buena nota.
Bibi, ante una misión difícil pero no imposible.
El artífice de los Acuerdos de Oslo merece ser recordado con ecuanimidad.
¿El fin de la República Islámica de Irán? Shay Jatiri, de la Universidad Johns Hopkins, sostiene que el régimen revolucionario que detenta el poder en Irán desde 1979 está viviendo horas críticas en la que se juega su propia existencia, asediado como está por el creciente rechazo de la sociedad iraní y por la unidad […]
Es el Gobierno con más ministros y más mujeres de la historia del moderno Estado judío.
A los jóvenes les gusta la ideología de Netanyahu. «Creen en él».
No es precisamente Netanyahu quien está poniendo en jaque el sistema.