Hay ciertos crímenes patrocinados por el Estado tan monstruosos que impiden la adscripción al mundo civilizado.
Si no fueran abstemios, los talibanes le habrían dado al champán tras el anuncio del presidente Biden.
Su rol ha sido crucial en los Acuerdos de Abraham y en la reconciliación entre Doha y Riad.
Los grandes perdedores han sido las desgraciadas masas que salieron a las calles con demandas completamente justificadas.
Gracias a la perniciosa expertise de ‘Fajrizadé’, Teherán podría haber infligido gran sufrimiento al mundo.
Enésimo alarde de cinismo e hipocresía de Abás y compañía.
«Es un tipo peligroso para el planeta».
Los últimos veinte años han modificado radicalmente el panorama regional.
El ‘problema palestino’ se ha convertido en una estafa financiera y emocional.
La mayoría de los observadores jamás imaginaron que podrían ser testigos de un momento tan promisorio.