Como dice Charles Lister, el Frente al Nusra está muerto pero es más fuerte que nunca.
En Niza o en Jerusalén, el objetivo del terrorismo islamista es el mismo.
El Ejército libanés está lanzando serias advertencias a la Autoridad Palestina.
La organización terrorista libanesa tiene 130.000 misiles apuntando al Estado de los judíos.
La deshumanización del Otro está devastando el país y alimenta el conflicto.
No parece haber respuesta ante las flagrantes infracciones de la tregua cometidas por Asad y sus socios rusos.
Los últimos choques armados amenazan la frágil tregua, que ha demostrado ser más eficaz y duradera de lo esperado.
¿Se está perdiendo visión de conjunto en la lucha contra el terrorismo islámico?
Si esto es un triunfo de la diplomacia, no quiero ni imaginarme una derrota.
Silencio internacional ante el desafío de los ayatolás.