Israel se ha convertido en la única esperanza para los hambrientos trabajadores de Gaza.
La normalización ha llegado para quedarse, e Israel ya no es el enemigo en numerosos círculos estratégicos de Oriente Medio.
Una vez más, los palestinos pagan el precio de la incompetencia y corrupción de sus dirigentes.
Pekín, más que dispuesta a llenar el vacío que quiere dejar Washington.
Lo último que quiere Teherán es que fructifique la normalización entre el Estado judío y el mundo árabe.
Lo que une a los árabes ya no es el sentimiento antiisraelí sino el antiturco.
Naser sigue siendo una figura divisiva (Menna Zaki, Times of Israel, 29 SEP 20) Cincuenta años después de la muerte de Gamal Abdel Naser, la controversia sobre el legado del carismático presidente egipcio que lideró la unidad árabe sigue viva en Egipto, mientras las profundas divisiones asuelan Oriente Medio. […] Naser fue jaleado como ariete contra […]
La mayoría de los observadores jamás imaginaron que podrían ser testigos de un momento tan promisorio.
«Este cambio histórico hará avanzar la paz con el mundo árabe y, al final, llevará a la paz, a la auténtica paz, una paz monitorizada y segura, con los palestinos».
Sama al Masri fue denunciada por una conocida presentadora de TV.