Naciones Unidas vuelve a dejar patente su antisemitismo e israelofobia.
Qué gran labor hizo el diplomático israelí para conseguir que su país fuera admitido en la organización internacional.
Washington y Jerusalén comparten los mismos intereses estratégicos y los mismos valores democráticos liberales.
Apoyar a esta organización no contribuye en nada al avance de la causa de la paz.
Hillel Neuer ha recopilado diez hechos especialmente «demenciales».
Piden a Washington que presione a Beirut para evitar el estallido de un nuevo conflicto en la región.
Irán y sus lacayos de Hezbolá se disponen a incendiar de nuevo el Líbano.
Pero todo el mundo calla, empezando por la propia Autoridad Palestina y Hamás.
Nada era más necesario que este ventarrón de aire fresco en una institución tan corrompida.
Un estudio deja en clamorosa evidencia a las Naciones Unidas… contra el Estado judío.