El Estado judío no necesita lecciones cargadas de moralina sino verdaderos socios para la paz.
No se puede entender Israel sin entender al hombre que lo dirige en estos momentos.
EEUU ha hecho un bonito regalo de cumpleaños a su aliado especial.
Los medios de comunicación no están prestando la debida atención a una declaración de profundo calado.
Hay que mandar un mensaje claro a los palestinos: la violencia no será recompensada o tolerada.
Ya está bien de decir tonterías sobre la declaración de Trump del pasado miércoles.
Sólo un Israel libre y democrático protegerá los santos lugares de todas las grandes fes.
La clave está en Riad… y en la auténtica implicación norteamericana en la contención de Irán.
Las encuestas no dan la razón a los agoreros.
La ‘ocupación’ no es culpa de Israel, sino de sus enemigos.