Son los ayatolás y la Guardia Revolucionaria quienes están infligiendo tanto sufrimiento a los iraníes.
Un mundo en el que el principal promotor estatal del terrorismo tema a EEUU no puede ser peor.
¿Por qué debería la Unión Europea someter a Israel a una doble vara de medir que nunca se ha aplicado a sí misma?
Sus intenciones de reconocer la soberanía israelí sobre el territorio refleja las nuevas reglas del juego en Oriente Medio.
Tal vez Barack Obama sí merezca el Premio Nobel, después de todo.
Llevaba cerrado desde el inicio de la guerra (2011).
Sus posiciones deberían causar inquietud no sólo a los judíos británicos, a los diplomáticos israelíes y a sus colegas sensatos del Partido Laborista, sino a la sociedad británica y a la europea.
Son muchos los elementos que comparten estos enemigos de las democracias liberales.
Al dictador sirio no lo frenan sus patronos (Rusia e Irán) y recibe asistencia de Corea del Norte.
Los cristianos no pueden permanecer ambivalentes ante un mal de extraordinaria gravedad.