La Alemania comunista prestó una gran ayuda a la OLP en su guerra terrorista contra el Estado judío.
Supusieron la paz con Israel y se firmaron en 1979.
Karsh despliega una argumentación contundente y convincente en estas páginas.
Pronto, un líder competente verá que no le queda más remedio que exportar el único recurso que Egipto posee en abundancia: la violencia.
Los líderes árabes saben que la paz con Israel puede costarles la vida.
Ha llegado la hora de reconocer que ha sido un fracaso y extraer las lecciones oportunas, a fin de no repetir los mismos errores.
Deberíamos inspirarnos en y seguir el ejemplo de Sadat.
Cuanto más se beneficien de su existencia los vecinos de Israel, más interés tendrán en no destruirlo.
Tampoco él hubiera conseguido la paz. No tenía socios verdaderos en el campo palestino.
Desde su fundación, la Autoridad Palestina está volcada en la demonización del Estado judío.