Si alguien está violando la santidad de la Mezquita de Al Aqsa son los propios palestinos.
Quieren la paz no ‘con’ sino ‘sin’ Israel.
Las organizaciones terroristas israelófobas pueden perfectamente esgrimirlo como coartada.
Los libros de texto palestinos son cada vez más criminalmente israelófobos y antisemitas.
La paz es imposible mientras os dirigentes palestinos sigan excitando el antisemitismo y la israelofobia.
Hamás les ha llevado al abismo y al mar en el que se ahogan.
Los palestinos sólo preocupan cuando se puede arremeter contra Israel.
La estructura que comunica el Muro Occidental con la Puerta de los Marroquíes, en un estado alarmante.
Hamás, que dice amar tanto a Jerusalén, se dedica a lanzarle cohetes desde Gaza. Abás, que dice querer tanto a su pueblo, lo manda a morir intentando matar.
Jerusalén debe proceder con firmeza, prontitud y contundencia.