Con esa contundencia se refirió su familia a la mera posibilidad de que el derrocado presidente islamista llegue a un entendimiento con el actual Gobierno, instaurado después del golpe militar del pasado mes de julio.
En un discurso con motivo de la celebración de la festividad musulmana de Eid al Adha, la familia de Morsi aseguró que éste «no se retractará ni negociará o aceptará compromisos, especialmente después de todos los mártires, heridos, arrestados y desaparecidos» que ha generado el choque entre los Hermanos Musulmanes y el nuevo Gobierno.
El más sangriento tuvo lugar en la ciudad de Hila (60 kilómetros al sur de Bagdad), y se ha cobrado la vida de ocho personas y dejado heridas a otras 22.
Nadie se ha atribuido los atentados de este domingo, todos ellos con coche bomba, pero todo apunta a la rama local de Al Qaeda.
El Comité Internacional de la Cruz Roja, que por el momento no ha divulgado la edad ni el sexo de los secuestrados, no ha establecido aún contacto con los captores.
Fuentes oficiales citadas por la agencia Sana informan de que un grupo de hombres armados abrió fuego este domingo contra el vehículo en el que se desplazaban los miembros de la Cruz Roja (uno de ellos pertenece a la Media Luna Roja) cerca de la localidad de Idlib.
Ese es el mensaje tranquilizador que el secretario de Estado norteamericano trasladó al Comité de Asuntos Públicos Americano-Israelí (Aipac) en la teleconferencia que pronunció ayer. Kerry insistió en la necesidad de que las palabras se vean corroboradas por los hechos y aseguró que cualquier futuro acuerdo con Irán tendrá muy en cuenta las necesidades de seguridad de Israel.
Según el presidente de la ANP, Israel explota los recursos palestinos y es el responsable del desastroso estado de las finanzas palestinas. Asimismo, ha mostrado su preocupación por la posibilidad de no poder pagar los salarios de los empleados públicos en noviembre.