Como suena. Eso es lo que dicen Emily B. Hager y Mark Mazzeti en esta pieza, publicada el pasado miércoles en el New York Times:
Los Emiratos Árabes Unidos han enviado en secreto cientos de mercenarios colombianos al Yemen para luchar en el intenso conflicto que se registra en este país, lo que añade un nuevo componente de inestabilidad a una compleja guerra por delegación en la que están implicados EEUU e Irán.
En efecto, la guerra civil que se vive en el Yemen ha devenido guerra regional, en la que intervienen, de un lado, los rebeldes huzis, chiíes, respaldados por Irán, y, del otro, las fuerzas leales al Gobierno internacionalmente reconocido, sostenidas por una coalición multinacional suní comandada por Arabia Saudí.
En la referida pieza, Hager y Mazzetti refieren que Emiratos lleva cinco años conformando un Ejército integrado por mercenarios, a los que procura adiestramiento en el desierto. Ejército en el que hay enrolados unos 1.800 latinoamericanos (no sólo colombianos, también panameños, salvadoreños y chilenos), 450 de los cuales estarían ahora desplegados en el Yemen.
Según informan Hager y Mazzetti, los colombianos son especialmente valorados por los amiratíes por sus largos años de lucha contra las narcoterroristas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC); lo que da a entender que se trata de exsoldados y paramilitares de las Autodefensas.