Revista de Prensa

Mensaje para Trump: Sadam no combatió sino que promovió el terrorismo

 

Donald Trump

Frente a la tesis recurrente del candidato republicano a la Presidencia de EEUU, que ha ensalzado repetidas veces al difunto dictador iraquí por su lucha contra el terrorismo, Kyle Orton, de la Henry Jackson Society, recuerda aquí que HuseIn mantuvo vínculos con Al Qaeda y financió y protegió a los terroristas palestinos más sanguinarios.

En su carrera como el terrorista internacional más infame antes de Osama ben Laden, [el palestino] Sabri al Bana (Abu Nidal) tenía varios mecenas y agendas, y en la preparación de esa carrera y durante largos periodos de tiempo estuvo protegido por Sadam (…)

Al Bana partió de Irak hacia la Siria de Asad en 1979, pero volvió a los predios de Sadam en marzo de 1982, tras haber adquirido la vitola de “mayor terrorista del mundo árabe”.

Fue desde Bagdad que Al Bana intentó asesinar a Shlomo Argov, el embajador israelí en Londres, lo que provocó la invasión del Líbano por Israel.

Mohamed Zaidán (Abu Abás) dirigió el Frente para la Liberación de Palestina (FLP) y dirigió la toma de rehenes en el ‘Achille Lauro’ el 7 de octubre de 1985. Durante el asalto, el FLP disparó y asesinó al minusválido Leon Klinghoffer porque era judío, y arrojó su cuerpo por la borda. Cuando las autoridades italianas capturaron a Zaidán, tuvieron que liberarlo porque estaba viajando con pasaporte diplomático iraquí, pese a no ser iraquí ni diplomático. Zaidán se trasladó al Irak de Sadam y permaneció allí hasta que fue capturado cinco días después de la caída del régimen de Sadam.

El vicerrector de la Universidad de Tel Aviv Eyal Zisser explica por qué las proclamas victoriosas del líder de Hezbolá sobre el resultado de la II Guerra del Líbano (2006) son mera palabrería para contentar a la comunidad chií local.

La implicación de Hezbolá en la guerra de Siria se ha cobrado más de mil vidas entre los combatientes de la organización y ha alimentado la animosidad entre los chiíes del Líbano. Pero, dada la radicalización de los grupos salafistas suníes en el país, que ven a los chiíes como enemigos que merecen la muerte, los chiíes no tienen otra opción que continuar buscando refugio en Hezbolá.

La segunda guerra del Líbano se está convirtiendo gradualmente en un recuerdo lejano, lo que es otra razón para que Nasrala repita su apología de [la guerra de] 2006. Si hubiera sabido cómo se iban a desarrollar los acontecimientos, nunca habría ordenado la operación de secuestro de los soldados de las IDF [Fuerzas de Defensa de Israel] que desencadenó el conflicto.

Mshari al Zaidy, presentador de Al Arabiya, traza un paralelismo entre la situación que se vive en Irak y la que se vivió allí en en el siglo XVI. Zaidi sostiene que la historia de Irak es una continua repetición de los mismos errores.

¿Quién dijo que la Historia no se repite? Un ejemplo es Irak, donde hay una clara e incontrolable lucha sectaria. El error de los suníes en Irak fue ser indulgentes con Al Qaeda, que secuestró la resistencia y la contaminó con consignas de rencor sectario contra todos los chiíes iraquíes.

La mayoría de los suníes iraquíes estaba en contra de la ideología de Al Qaeda y están contra el Estado Islámico. Sin embargo, sus voces no han sido escuchadas debido a la estúpida gestión estadounidense en Irak, impulsada desde Washington por expertos [que tienen  el foco en] un modelo de islam iraní –el presidente estadounidense Barack Obama lo ha revelado claramente.

(…)

Irak está enfermo, por eso es el foco de una lucha regional e internacional de poder, y del conflicto entre suníes y chiíes.