La tragedia se ha producido en Mina, a 3 kilómetros de La Meca, mientras una multitud de peregrinos celebraba el Apedreamiento del Maligno, con el que se conmemora el rechazo de Mahoma a las tentaciones del diablo. Hay también más de 800 heridos.
Esta nueva tragedia, que se produce en pleno Haj, la gran peregrinación anual a La Meca, ha tenido lugar sólo unos días después de la que se cobró la vida de un centenar de personas en la Gran Mezquita de la capital saudí, debida al colapso de una grúa.
Una bomba ha hecho explosión este jueves en la mezquita Bailili de la capital, Saná, atestada de fieles que festejaban el Eid al Adha (Celebración del Sacrificio). Al menos 25 personas han muerto, y los heridos se cuentan por decenas.
La mezquita Balili es el lugar al que los rebeldes huzis que controlan Saná suelen acudir a rezar.
«Los crímenes del régimen sionista en Palestina y el repetido insulto al sagrado santuario de la mezquita de Al Aqsa (…) son el mayor problema para los musulmanes», ha sentenciado el líder supremo de la República Islámica, para quien el comportamiento israelí con los palestinos es «el último grado de la crueldad y la maldad».
La operación se ha desarrollado durante la pasada madrugada en la zona oriental de Jerusalén. Entre los arrestados, todos ellos palestinos, hay nueve menores de edad.
Por otro lado, se ha anunciado que las fuerza de seguridad israelíes van a facilitar el acceso de los musulmanes a la Explanada de las Mezquitas este viernes, para que puedan celebrar ahí el Eid al Adha. Ni los judíos ni los turistas podrán acceder al recinto.
Una comisión de coordinación, presidida por los segundos responsables de las Fuerzas Armadas de ambos países, trabajará para evitar interferencias de sus Ejércitos en torno al conflicto sirio.
El acuerdo para la creación de este grupo de trabajo fue adoptado a comienzos de la semana por Netanyahu y Putin, durante la visita a Moscú del primer ministro Israelí para reunirse con el presidente ruso.