Un avión del Ejército de EEUU ha lanzado suministros para ayudar a la población kurda asediada por los terroristas, ha informado el Comando Central de las fuerzas estadounidenses que lideran la coalición internacional contra el Estado Islámico (EI). Todo el material procede de las autoridades kurdas iraquíes. Junto al armamento y la munición han sido enviados también medicinas y material médico.
En las últimas horas se ha intensificado la lucha contra el Estado Islámico por parte de la alianza internacional liderada por Estados Unidos, que ha realizado 25 bombardeos a lo largo de este pasado fin de semana. Según ha informado el Comando Central norteamericano, 12 de los 15 ataques aéreos lanzados en Siria tuvieron como objetivo la destrucción de las infraestructuras petroleras al servicio del EI. En Irak los principales ataques tuvieron lugar en las proximidades de la presa de Mosul (norte).
La afluencia de más de un millón de personas desplazadas por los combates en Siria y la presión consiguiente en las infraestructuras del país ha llevado a las autoridades libanesas a tomar esta drástica decisión. Los controles en los pasos fronterizos se han endurecido en los últimos días.
El primer ministro iraquí llega hoy a Teherán para mantener conversaciones sobre la lucha contra el Estado Islámico. Si bien el fin de esta visita, según informa el comunicado oficial, es «recabar esfuerzos de la región y el mundo para ayudar a Irak en su guerra contra el grupo terrorista«, también se contemplan como objetivos fortalecer la cooperación entre los dos países vecinos «en los campos de la energía, la vivienda y la construcción».
Los militantes del grupo chií han desmantelado el campamento de protesta que mantenía incomunicado al principal aeródromo del país. De esta manera los huzis cumplen los términos del acuerdo alcanzado tras el nombramiento del nuevo primer ministro del país, que los obliga a retirar a sus combatientes de la capital, Saná.
El atentado de un terrorista suicida en uno de los barrios de mayoría chií de Bagdad dejó también 25 heridos, según fuentes de la policía iraquí. El crimen tuvo lugar en la mezquita chií de Harizyia, un barrio del norte de la capital. Aunque algunos de los atentados recientes han sido llevados a cabo por el Estado Islámico, la autoría de esta última acción terrorista no ha sido reclamada hasta el momento.