El partido del primer ministro Benjamín Netanyahu sigue sin despegar en las encuestas previas a la cita electoral del próximo martes. Los estudios de opinión vaticinan una victoria de la Unión Sionista (coalición del partido laborista de Isaac Herzog y Hatnuá, liderado por la exministra Tzipi Livni) por un margen de entre dos y cuatro escaños sobre el Likud, que quedaría segundo. El tercer puesto, según los sondeos, se lo disputarían el partido centrista y laico Yesh Atid («Hay Futuro») y la Lista Árabe Unida.
La embajada iraní en el Líbano ha emitido una nota oficial que corrige las palabras de Alí Yunesi, consejero del presidente Ruhaní para Asuntos Étnicos y de Minorías Religiosas, en una conferencia dictada la pasada semana. Según Yunesi, Teherán pretende refundar el antiguo imperio persa y situar su capital en Bagdad, pero el propio interesado matizó después esta afirmación aduciendo que sus palabras habían sido malinterpretadas.
La embajada iraní en el Líbano atribuye esta supuesta mala interpretación intencionada a la «creciente islamofobia y el miedo al papel de Irán en la región».
El Líder Supremo se ha referido en duros términos al escrito firmado por 47 miembros del Senado estadounidense en el que amenazaban con dejar sin efecto cualquier acuerdo nuclear pactado por la Casa Blanca y Teherán. Jamenei dice que Estados Unidos es conocido por «apuñalar por la espalda».
En una reunión con el presidente Ruhaní y un grupo de clérigos de alto rango, Jamenei añadió que cada vez que las negociaciones experimentan un avance la respuesta de EEUU es endurecer su posición.
El secretario de Estado estadounidense ha llegado esta mañana a la ciudad residencial de Sharm el Sheij, donde mantendrá un encuentro con el presidente egipcio aprovechando la presencia de ambos en una conferencia de inversores extranjeros.
Kerry se reunirá también con el rey Abdalá de Jordania y con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, al objeto de tratar los diferentes aspectos de la lucha contra los terroristas del Estado Islámico.
Se trata de la primera unidad militar de estas características, con la que la minoría cristiana pretende dar respuesta a la petición de colaboración del Gobierno autónomo kurdo en su lucha contra los terroristas del Estado Islámico.
Según han expresado las autoridades militares kurdas en la ceremonia de graduación, se trata de 600 voluntarios cristianos «que quieren liberar a su tierra del Estado Islámico y protegerla».