De sobra son conocidas las presiones que han de soportar los árabes que deciden integrarse en la sociedad israelí. Sus líderes políticos boicotean cualquier intento de que participen en las instituciones en igualdad de condiciones que sus conciudadanos judíos, pues la principal razón de ser de sus partidos es cultivar el odio y el victimismo. El propio interés del Gobierno de Israel en dar oportunidades de integración a la minoría árabe es visto como una amenaza por esos líderes, que pretenden seguir manipulando la situación a su antojo. Pero si los árabes en general rechazan cada vez más los mandatos de sus líderes, los árabes cristianos, una minoría dentro de otra minoría, están dando un ejemplo todavía más valeroso.
Al menos es el caso de los promotores de una iniciativa llamada a estrechar los vínculos de los árabe-israelíes cristianos con su país a través del Ejército. Se trata del Foro para el Alistamiento de la Comunidad Cristiana (FACC), que anima a los jóvenes árabes cristianos a prestar el servicio militar en las mismas condiciones que los judíos, integrándose incluso en unidades convencionales en lugar de en las copadas por los beduinos.
El FACC fue fundado por un grupo de cristianos veteranos de las IDF (Fuerzas de Defensa de Israel), y en la actualidad uno de sus principales promotores es el padre Gabriel Nadaf, un sacerdote greco-ortodoxo de Nazaret partidario de que los jóvenes de su comunidad “se integren totalmente en la sociedad israelí, lo que implica compartir la carga del Servicio Nacional”.
En una entrevista con el diario Israel Hayom, el padre Gabriel, de 39 años, incide en que los cristianos se sienten seguros en el Estado judío y que su futuro “pasa por enraizarse en Israel”, al que han de “contribuir en igualdad de condiciones que los demás”.
Este joven sacerdote está padeciendo las consecuencias de haberse involucrado en una empresa polémica como la de alentar el alistamiento entre la juventud cristiana. A diario recibe insultos cuando camina por las calles, y sus familiares incluso han recibido amenazas de muerte, a pesar de lo cual sigue convencido de la necesidad de proseguir con su labor. Más aún, hace tan sólo unos días anunció la creación de una plataforma política que tendrá por objetivo aglutinar a los árabe-israelíes cristianos. Los Hijos del Nuevo Testamento, nombre provisional de este proyecto político, está liderado por Bishara Shilyán, un capitán de la marina mercante de 58 años y natural de Nazaret.
Esta nueva formación abogará por la paz con un Estado palestino democrático, así como con todos los países vecinos, por potenciar el comercio y el turismo y por el retorno… de los israelíes que han abandonado el país, algo que no va a contribuir a mejorar la opinión de los islamistas sobre este sacerdote y su movimiento.
Pero las presiones no sólo vienen de fuera. Así, la jerarquía greco-ortodoxa ha intentado en vano hacer desistir de su labor al padre Gabriel. Sus superiores consideran que promover la integración de los jóvenes cristianos en el Ejército puede exacerbar el odio contra los cristianos en los territorios palestinos y en los países árabes. Por esta razón, el padre Gabriel fue convocado recientemente por el patriarca greco-ortodoxo, Teófilo III, a una audiencia disciplinaria, en la que le solicitó formalmente que rebaje el tono de sus intervenciones públicas como miembro del Foro de Alistamiento.
Se da la circunstancia de que el alistamiento de cristianos en las Fuerzas Armadas israelíes se ha incrementado de forma notable tras la llamada primavera árabe y la consiguiente llegada al poder de fuerzas islamistas en países como Túnez, Egipto o Libia, lo que ha provocado el recrudecimiento de las persecuciones anticristianas. Precisamente el acoso que sufren en estos lugares hace todavía más urgente, a ojos del padre Gabriel y sus seguidores, de integrarse plenamente en un país plenamente respetuoso con las minorías como Israel.