Uno de los impulsos éticos que motivaron el nacimiento de la llamada Primavera Árabe fue la mejora de la situación de las mujeres en los países que se han visto afectados por esos movimientos reformistas. Las asociaciones en defensa de la mujer y las organizaciones de derechos humanos creyeron que la instauración de regímenes democráticos llevaría consigo la emancipación femenina respecto de los viejos esquemas políticos, económicos y sociales inspirados en la sharia. Sin embargo, el resultado de los cambios experimentados han tenido como consecuencia no la creación de instituciones democráticas, sino la llegada al poder de fuerzas islamistas, como por ejemplo en Túnez y Egipto, cuando el abierto caos, como en Libia, donde distintos grupos yihadistas pugnan por hacerse con las riendas para imponer una férrea disciplina islámica en todos los órdenes.
Tres años después de la Primavera Árabe, la fundación Thomson Reuters ha realizado un estudio sobre, precisamente, el estatus de la mujer en los países árabes. Algunos de los resultados son bien significativos.
Es el caso de Egipto, que clasifica como el peor país en lo relacionado con el trato a la mujer. Con la llegada de los Hermanos Musulmanes al poder tras el derrocamiento de Hosni Mubarak, Egipto ha experimentado un retroceso significativo en la materia.
Lamentablemente, en Egipto llueve sobre mojado. En un informe de la ONU del pasado mes de abril que consignaba que el 99,3% de las egipcias, es decir, prácticamente todas, habían sufrido algún tipo de abuso sexual. Y ahí están las escalofriantes noticias sobre violaciones grupales en la célebre plaza Tahrir de El Cairo, y de las que habrían sido víctimas al menos 91 mujeres, según Human Rights Watch.
Otro dato para el horror es el 91% de niñas egipcias mutiladas genitalmente, según refiere Unicef. Sólo Yibuti ofrecería un registro peor: 93%.
Yemen, Siria, Arabia Saudí, Irak y Egipto son los peores países para las mujeres, según el estudio de Thomson Reuters. En el otro extremo se encuentran Qatar, Jordania, Kuwait, Omán y las Islas Comores: en este último territorio, un archipiélago situado al este del continente africano, las mujeres ostentan el 20% de los cargos públicos y disponen de una legislación que, por ejemplo, protege el patrimonio de las mujeres viudas o repudiadas sin obligarlas a depender de un miembro masculino del clan familiar.
Las mujeres tenían la esperanza de que iban a ser el grupo humano más beneficiado por la eclosión de lo que se dio en llamar Primavera Árabe. Sin embargo, los datos que hemos apuntado someramente en esta nota indican, cuando menos, que aún queda muchísimo camino por recorrer, y que de hecho se han experimentado dolorosas regresiones.