El último capítulo de esta larga serie de intentos para llevar a buen puerto las conversaciones de paz tuvo lugar ayer en la capital francesa, donde se celebró una reunión entre el secretario de Estado norteamericano y el presidente de la Autoridad Palestina. La portavoz de Kerry aseguró al término del encuentro que se están reduciendo las distancias entre las partes de cara a alcanzar un acuerdo marco que sirva de base a las negociaciones.
Las conversaciones entre israelíes y palestinos se retomaron el pasado 29 de julio, con el compromiso de alcanzar un acuerdo en nueve meses, plazo que finaliza el próximo 29 de abril.
En un texto publicado en su página web oficial, el líder supremo aseguró que la República Islámica está construyendo una “economía de resistencia” para contrarrestar los efectos de las sanciones internacionales, en lugar de actuar para que estos castigos sean suavizados.
El texto recoge un discurso pronunciado el pasado día ocho ante los oficiales de las Fuerzas Aéreas iraníes, en el que se refirió a los Estados Unidos afirmando que “amenazan a Irán con la intención de que la República Islámica disminuya su capacidad de lucha”, algo que no va a ocurrir según Jamenei, pues “con el favor de Alá, las Fuerzas Armadas en sus distintos sectores van a incrementar su capacidad de defensa día tras día”.
El expresidente egipcio compareció ayer ante el tribunal que lo juzga por corrupción junto a dos de sus hijos, acusados también de aceptar sobornos aprovechándose de su condición. En la sesión judicial, retransmitida en directo por la televisión egipcia, Mubarak negó las acusaciones de haberse apropiado con sus hijos de más de 14.000 millones de dólares, repartidos entre distintos palacios presidenciales.
Este es sólo el primer proceso de los cuatro que Mubarak tiene pendientes por actos realizados durante su mandato al frente del país.
El anuncio lo realizó ayer el ministro de Justicia, haciendo referencia por primera vez a un asunto considerado tabú hasta ahora, a pesar de que el Tribunal Penal Internacional tiene acreditado que cientos de mujeres fueron asaltadas sexualmente por las fuerzas de Gadafi durante los ocho meses de conflicto para expulsarlo del poder.
Aunque la decisión del gobierno provisional libio constituye un éxito para las organizaciones en defensa de los derechos de la mujer, existe una gran incertidumbre acerca del número de víctimas que finalmente reclamen esta indemnización dadas las implicaciones que este tipo de delitos tienen para la mentalidad tradicional musulmana.
La última ciudad en caer bajo el poder de los grupos islamistas ha sido Deir el Zor, en el este del país, donde han dado un plazo a las mujeres hasta el próximo sábado para que todas se cubran la cabeza si no quieren ser castigadas.
En un comunicado de la organización que se autodenomina “Consejo de la Ley Islámica de Deir el Zor”, se advierte de que “los pecados son la razón principal para que se demore la victoria” por lo que sus responsables están obligados “a promover la virtud y evitar el vicio”.