La proximidad del vencimiento del plazo para alcanzar un acuerdo marco que permita llevar a buen puerto el proceso de paz entre israelíes y palestinos está activando los canales diplomáticos promovidos por EEUU. Kerry llegó ayer por sorpresa a Israel desde París, donde interrumpió su agenda oficial, para intentar que la polémica por la negativa de Jerusalén a liberar a 26 presos palestinos hasta que la Autoridad Nacional Palestina no se comprometa a seguir con las negociaciones no haga naufragar el proceso de paz.
El secretario de Estado norteamericano se reunió anoche con Netanyahu en Jerusalén y más tarde también con el jefe negociador del bando palestino, Saeb Ekerat. No ha sido confirmado hasta el momento un posible encuentro con el presidente de la ANP, Mahmud Abás.
La denuncia proviene de un grupo de ocho expertos en Derechos Humanos, en referencia a la imposición de la pena de muerte el pasado 24 de marzo a 529 radicales por los disturbios ocurridos antes de la destitución del islamista Mohamed Morsi.
Según recoge la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, los expertos consideran que el juicio de dos días estuvo “tachonado de irregularidades por cargos poco claros e incluso insignificantes”, lo que “supone una parodia de justicia”.
El Líder Supremo ha indultado o rebajado la pena a 920 detenidos, en un gesto ya habitual para celebrar el aniversario de la República Islámica. Se trata del segundo perdón colectivo de este año, después del que se concedió a otros 878 reclusos en enero con motivo del aniversario del profeta Mahoma.
Teherán no ha precisado si entre los indultados hay alguno de los casi 900 presos que, según la ONU, están actualmente en cárceles iraníes por motivos políticos.
Se trata del llamado Observatorio 45, una colina estratégica desde la que se controlan amplias áreas habitadas mayoritariamente la comunidad alauita, la secta a la que pertenece el presidente Bashar al Asad.
El Ejército sirio, apoyado por combatientes voluntarios y la aviación, recuperó ayer este importante punto estratégico y, según la televisión del régimen, las tropas “continúan persiguiendo a los grupos terroristas”.
La designación de Hamid Abutalebi ha provocado un fuerte escándalo en EEUU por su implicación en la crisis de los rehenes de 1979, que desembocó en el secuestro durante 444 días del personal de la legación diplomática estadounidense en Teherán.
Barry Rosen, víctima de aquel secuestro consideró ayer “una vergüenza para el Gobierno de los Estados Unidos” que se haya concedido autorización a Abutalebi para entrar en territorio norteamericano como embajador de la ONU. Rosen añadió que “si el Presidente y el Congreso no condenan este acto de la República Islámica, nuestra cautividad y nuestro sufrimiento durante 444 días a manos de Irán habrán sido para nada”.