Los judíos y las judías rezan en el Muro de los Lamentos juntos, pero no revueltos: un murete metálico separa la zona de los hombres de la de las mujeres. Pero es muy probable que las cosas cambien en un futuro próximo, y que quienes lo deseen puedan revolverse: el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acaba de dar su visto bueno al plan del jefe de la Agencia Judía, Natan Sharansky, para la creación de un espacio de rezo igualitario.
«Si lo quieres, no es un sueño», dice el original del montaje que hemos tomado para ilustrar hoy la sección. Es de una página de judíos ultraortodoxos partidarios del rezo en común, que, afirman, no sería ninguna novedad. Y apoyan su afirmación con estas pruebas gráficas.