En una carta abierta a la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el director general del Ministerio de Exteriores de Israel, Dore Gold, denuncia que el referido organismo “deliberadamente ignora la conexión histórica entre el pueblo judío y su capital ancestral”, Jerusalén, así como los lazos que unen al cristianismo con la Ciudad Santa.
El escrito de Gold alude a un borrador de resolución pergeñado por los palestinos que pretende instar a Israel a retirarse completamente de su capital y en el que se hace referencia al Muro de los Lamentos por su nombre en árabe y se habla del Monte del Templo sólo como lugar de culto para los musulmanes.