El régimen de los ayatolás ha decidido aumentar en 2.000 los efectivos de la ‘policía de la moral’ para tratar de poner freno a la rebelión de las iraníes contra las draconianas normas de vestimenta que les impone la República Islámica.
“El del hiyab no es un asunto cualquiera, sino una grave cuestión política y de seguridad para nuestro país”, ha declarado Mohamad Abdulapur, comandante de la Guardia Revolucionaria en la provincia de Guilán. “El enemigo está invirtiendo mucho en cambiar nuestra cultura nacional para que adoptemos el estilo de vida occidental”, ha añadido.