De hecho, Aharish ha ido más allá y acusado al establishment político de la comunidad árabe-israelí de atizar el fuego de la discordia. «Los árabes israelíes, y los palestinos, pagamos un muy alto precio por la Segunda Intifada. No estamos aprendiendo de los errores», se lamentó el martes en el Canal 2 israelí.
Aharish negó que las acusaciones del liderazgo árabe-israelí y palestino sobre la ruptura del statu quo en el Monte del Templo sean ciertas, y añadió:
Pero aunque el ‘statu quo’ en el Monte del Templo se hubiera quebrado, ¿eso permite a alguien ir y asesinar a otro porque es un lugar sagrado, o por la religión, o porque un judío ha ido allí a orar en la casa de Dios? ¡No puedo entenderlo ni comprenderlo! ¿Cómo que por Dios? ¿De qué Dios están hablando? ¿[De uno] que permite a los niños ir a apuñalar a gente inocente? ¿Que una mujer se ponga el hiyab y rece a Dios, coja un cuchillo y trate de apuñalar a inocentes? ¡No puedo entenderlo ni lo voy a justificar de ninguna manera! No pienso aceptarlo. Ni siquiera con excusas [relacionadas con la] frustración.
Además, denunció la hipocresía de los líderes árabe-israelíes que se sirven de la retórica islamista para hacer incitación antiisraelí “sin siquiera creer en Dios”.
«Estáis incitando a miles de jóvenes a que salgan a las calles», sentenció. «Estáis destruyendo su futuro con vuestras propias manos».