El ministro de Exteriores iraní, el moderado Javad Zarif, ha rendido honores al terrorista Imad Mugniyeh, a cuya tumba acudió el pasado lunes.
Mugniyeh, quien fuera comandante de la organización terrorista libanesa de obediencia iraní Hezbolá, estuvo implicado en matanzas como la de la embajada de Estados Unidos en el Líbano (1983), en la que murieron 350 personas, o la voladura de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de Buenos Aires (1992), en la que murieron otras 86.
Estados Unidos ha criticado el gesto de Zarif y advertido de que sólo conseguirá «exacerbar las tensiones en la región».