Revista de Prensa

Hezbolá amenaza con atacar a EEUU en Irak

 

Hasán Nasrala, líder del grupo terrorista libanés Hezbolá.
"Un comandante de la Guardia Revolucionaria iraní, amigo personal del líder supremo, afirma que Baréin tiene que ser una provincia más de Irán"

La organización terrorista chií libanesa, apoyada por Irán, asegura que el Estado Islámico es “hijastro” de Estados Unidos y que, en consecuencia, la Casa Blanca ha aumentado su presencia militar en Irak con el objetivo de evitar su desaparición.

Hezbolá asegura en un mensaje que atacará a los soldados americanos desplegados en Irak, para evitar la creciente intervención de EEUU en los asuntos internos iraquíes.

El líder del grupo terrorista chií libanés, apoyado por Teherán, considera que ambos países están obstruyendo deliberadamente las posibilidades de alcanzar un acuerdo político duradero que ponga fin a la guerra siria, que ya ha superado su quinto año.

Hasán Nasralá ha formulado estas acusaciones en una entrevista televisada, después de que su organización haya sido incluida en el listado de grupos terroristas por los países del Golfo Pérsico liderados por Arabia Saudí.

Eso es lo que opina el general Said Qasemi, comandante de la todopoderosa Guardia Revolucionaria iraní. Qasemi, amigo personal del líder supremo Alí Jamenei, ha explicado en un encuentro en la ciudad de Bushehr que Baréin es una provincia iraní que fue separada de la República Islámica a consecuencia del colonialismo occidental. En consecuencia, el comandante iraní cree llegado el momento de que la pequeña isla de mayoría chií se transforme en parte de la provincia iraní de Bushehr.

Un grupo de unos diez terroristas ha abierto fuego contra los soldados que protegen el primer complejo estadounidense instalado en suelo iraquí sin provocar daños personales. En cambio, al menos dos terroristas han muerto por los disparos de respuesta de los soldados estadounidenses, según ha informado el portavoz de la coalición internacional Steve Warren.

El pasado sábado, un marine murió y otros ocho soldados resultaron heridos en el lanzamiento de un misil por parte de terroristas del Estado Islámico.

Los representantes del Gobierno sirio en las reuniones con las fuerzas opositoras no negociarán la salida del poder del dictador. Bashar Jafari, jefe de la delegación del régimen, ha afirmado que el futuro de Bashar al Asad “no tiene nada que ver” con las negociaciones para poner fin a la Guerra Civil.

Jafari ha advertido también al enviado de la ONU, Staffan de Mistura, del riesgo de que finalice el actual cese de hostilidades en caso de que no se obtengan progresos en las conversaciones de Ginebra.