Los partidarios del acuerdo nuclear con Irán ignoran abiertamente las actividades nucleares del régimen iraní, aun cuando así pongan en peligro la seguridad de Israel y la del mundo entero. Además, critican a la Administración Trump por endurecer sus sanciones en respuesta al desafío ilegal iraní.
En una reciente entrevista con el Canal 2 de la televisión estatal de su país, Ali Akbar Salehi, director de la Organización de Energía Atómica de Irán, dejó claro que el endeble “acuerdo nuclear” promovido por Barack Obama no ha hecho nada por impedir a Teherán avanzar en su programa atómico.
Salehi, de hecho, se ufanó:
Si tenemos que retroceder y retirarnos del acuerdo nuclear, por supuesto que no vamos a volver a donde estábamos antes (…) Estaremos en una posición muchísimo más fuerte.
Las últimas informaciones sobre los progresos nucleares de Irán indican que está a punto de modernizar sus métodos de producción de uranio altamente enriquecido, que puede ser utilizado para la construcción de armas nucleares. Teherán se jacta de que está estudiando poner en marcha nuevos programas para el enriquecimiento de uranio y de producción de centrifugadoras. Así, Salehi ha afirmado:
Gracias a Dios, se han completado las pruebas con las [centrifugadoras] IR4 e IR2M. Han sido testadas durante doce años. Hoy tenemos todos los datos, y podemos fabricarlas fácilmente a escala industrial.
La comunidad internacional dispone de varios informes de inteligencia que advierten de las actividades nucleares clandestinas de Irán. Así, la Oficina Federal alemana para la Protección de la Constitución reveló en su último informe anual que Teherán ha seguido una vía “clandestina” para conseguir equipamiento y tecnología nuclear ilícita de empresas germanas. “Cabe esperar con toda certeza que Irán proseguirá con sus actividades intensivas de aprovisionamiento en Alemania utilizando métodos clandestinos para alcanzar sus objetivos”, advierte el organismo alemán.
Por si quedaran dudas del desprecio iraní por las normas que los funcionarios de la República Islámica deberían haber respetado tras la entrada en vigor del acuerdo nuclear, Irán conservó más agua pesada –utilizada para producir armas nucleares– de lo que se le permitía.
Los que promueven la adopción de una postura más suave con Irán y su programa nuclear sostienen que Teherán no pretende llegar a cabo ninguna actividad nuclear ilícita, y que así lo ha verificado la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). Pero es que a la AIEA no se le ha permitido inspeccionar o vigilar las bases militares donde es más probable que se lleven a cabo tales actividades. Entre las numerosas concesiones que hizo la Administración Obama se cuenta la de aceptar que los líderes iraníes impusieran que esas bases militares permanecieran fuera del alcance de la AIEA.
Como consecuencia de dicha claudicación, instalaciones iraníes de la máxima importancia, como el complejo militar de Parchin, ubicado al sureste de Teherán, pudieron desarrollar libremente actividades nucleares sin temor a las inspecciones. La propia AIEA había informado anteriormente de que Parchin era el lugar en el que llevaron a cabo las pruebas explosivas requeridas para liberar una carga nuclear.
Por otro lado, los servicios de inteligencia internacional de Israel, el Mosad, obtuvieron archivos y fotografías en Irán relacionados con el programa nuclear persa. Esos documentos abundaban en los esfuerzos iraníes por construir una bomba nuclear, y entre ellos había fotografías tomadas en Parchin que “parecen mostrar una cámara de metal gigante construida para realizar experimentos altamente explosivos”.
El Consejo Nacional de la Resistencia Iraní (CNRI) –que en 2002 reveló la existencia de una planta de enriquecimiento de uranio clandestina en Natanz y de una planta de agua pesada en Arak– ha confirmado que Teherán continúa con sus ambiciones nucleares. En un informe dice:
El ‘nervio central’ del proyecto de armas nucleares del régimen iraní, responsable de diseñar una bomba nuclear, ha seguido en funcionamiento (…) tras la entrada en vigor del Plan de Acción Conjunto y Completo (PACC) en 2015, no sólo (…) ha seguido en pie y activo, ahora es obvio que, en algunos campos, sus actividades se han ampliado.
Se estima que el tiempo que Irán necesita para fabricar una bomba nuclear es inferior a un año.
¿Cuándo se tomará en serio la comunidad internacional los últimos informes de inteligencia y el empeño iraní por construir una bomba nuclear? ¿Cuándo va a inspeccionar la AIEA las bases militares iraníes?
Una vez que el autoritario, antisemita y antiamericano Gobierno de Irán posea una bomba nuclear, no habrá sanciones que puedan revertir la catástrofe. Hay que actuar ya.
© Versión original (en inglés): Gatestone Institute
© Versión en español: Revista El Medio