La portavoz de los Servicios de Alimentación de la Universidad de Harvard ha admitido que cometieron el error de dejarse influir por cuestiones políticas a la hora de dejar de adquirir los productos de la compañía israelí SodaStream, que ha venido siendo objeto de boicot por parte de fuerzas propalestinas por tener instalaciones en los denominados territorios ocupados.
«Como el presidente y el rector han dejado claro, nuestra política de adquisiciones no debe estar guiada por las posiciones de los miembros de la comunidad en asuntos que son motivo de controversia política», ha declarado Crista Martin por medio de un correo electrónico enviado al periódico universitario The Crimson y del que se hace eco el Times of Israel.