El criminal embistió ayer con su furgoneta contra un grupo de personas que estaban esperando el tranvía, matando a una e hiriendo a 13. Posteriormente fue abatido por la Policía, que lo identificó como Ibrahim al Akari, de 38 años.
Las autoridades han decidido instalar barreras de hormigón frente a las marquesinas del tranvía para evitar que se repita este nuevo tipo de atentados.
Por lo que hace a la Autoridad Palestina, ha calificado el crimen de «accidente de tráfico».
La tensión por el control de la Explanada de las Mezquitas estalló anoche tras la muerte del terrorista de Hamás que estrelló su coche contra una multitud que esperaba el tranvía. Jóvenes palestinos lanzaron piedras y cohetes a los agentes de policía israelíes en uno de los accesos al Monte del Templo.
Jordania ha retirado su embajador en Israel, en protesta por la «creciente escalada de violencia israelí».
El secretario de Estado norteamericano ha condenado este nuevo atropello intencionado de peatones con un vehículo conducido por un miembro de Hamás y ha añadido que este tipo de “atrocidades” sólo sirven para exacerbar las tensiones sobre el terreno.
“La gente no puede permitir que los que se oponen a la paz controlen lo que ocurre en la región”, ha sentenciado.
Una bomba ha hecho explosión esta mañana a escasos cien metros de una residencia oficial del presidente Al Sisi, que suele ocupar en raras ocasiones, provocando heridas a una mujer. El atentado se produce tan sólo horas después de otro ataque terrorista contra un tren en el norte de El Cairo, que ha causado la muerte a dos policías y tres civiles y provocado heridas a otras 15 personas.
Los trabajos para desmantelar esas instalaciones de armamento prohibido comenzarán este mes y se prolongarán durante el primer semestre del año próximo, de acuerdo con las previsiones de la responsable de la misión de la ONU Sigrid Kaag. Las doce unidades de producción de gas venenoso que todavía existen se encuentran repartidas en siete hangares y cinco túneles subterráneos, según la información facilitada por Damasco.
Según informa el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, los bombardeos lanzados por la coalición han alcanzado objetivos utilizados por el grupo terrorista que representa a Al Qaeda en Siria. Los ataques aéreos iban dirigidos contra una oficina y un vehículo, situados en la provincia de Idlib, en el noroeste del país. En este mismo informe se hace referencia también a los primeros ataques aéreos contra Ahrar Al Sham, otro grupo terrorista islamista que opera en la zona.
Se trata de Nabil al Dahab, líder de Ansar al Sharia en la provincia de Bayda y Shauki al Badni, considerado un “emir” de Al Qaeda en la Península Arábiga y por cuya cabeza Estados Unidos había puesto un precio de 100.000 dólares. Los dos líderes de la organización terrorista han muerto en un ataque con aviones no tripulados de EEUU, en el que también han caído varios terroristas más, según ha comunicado la propia Al Qaeda a través de internet.