El ministro de Asuntos Exteriores galo, Laurent Fabius, solicita que las fuerzas internacionales tengan acceso a todas las instalaciones iraníes, mientras que el líder supremo de la República Islámica se niega. Ali Jamenei ha sido claro y no permitirá la entrada a lo que denomina «sitios sensibles».
Wendy Sherman, la vicesecretaria de Estado que ha liderado las conversaciones con Teherán sobre su programa nuclear durante casi dos años, ha hecho pública su decisión de dejar el puesto cuando finalice el plazo para alcanzar un acuerdo.
Sherman, que llegó a la Secretaría de Estado de la mano de Hillary Clinton, antecesora del actual titular –John Kerry–, dejará el cargo el próximo 30 de junio. «Han sido dos años muy largos», ha afirmado.
El líder de la franquicia local de Al Qaeda, Abu Mohamed al Jolani, ha afirmado en una entrevista televisiva haber recibido instrucciones para evitar acciones terroristas en el exterior y concentrar sus esfuerzos en derrocar a Bashar al Asad.
Jolani también ha negado la existencia el comando denominado por la Inteligencia estadounidense Grupo Jorasán, al que se ha responsabilizado de cometer atentados fuera del territorio sirio.
Funcionarios israelíes piden a la Casa Blanca un total de 4.500 millones de dólares anuales en armamento en el marco del nuevo plan de ayuda para los próximos 10 años.
El paquete anterior fue negociado por los Gobiernos de George W. Bush y Ehud Olmert en 2007, y la media era de 3.000 millones de dólares anuales. Netanyahu quiere un aumento hasta un total de 42-45.000 millones para el período 2018-2028.
Según Defense News, Barack Obama habría aprobado inicialmente la propuesta durante su visita a Israel en marzo de 2013.
Jalil Yusef Harb, comandante militar a cargo de las operaciones de Hezbolá en el Oriente Medio y Yemen, y Mohamed Qabalan, condenado por un tribunal egipcio en 2010 por liderar una célula terrorista que atentaba contra los destinos turísticos del propio Egipto.
La sanción implica la congelación de sus activos y la prohibición de hacer negocios con ellos.
Se trata de la oleada de ataques aéreos más mortífera en los dos meses que dura el conflicto armado entre los huzis y la coalición de países suníes liderada por Arabia Saudí.
La mayoría de los ataques han tenido lugar en la provincia de Haya, limítrofe con Arabia Saudí, donde algunas fuentes cifran en 40 el número de muertes.