La misión conjunta de la ONU y la Organización para la Prohibición de Armas Químicas cifró ayer en el 45,6% del total el arsenal que ya ha salido del país para su destrucción.
A tres meses y medio de que expire el plazo previsto del 30 de junio, los equipos internacionales continúan haciendo progresos en su labor, a pesar de los retrasos en la entrega de este tipo de armas, que las autoridades de Damasco atribuyen a los inconvenientes de la guerra y a la amenaza constante de los insurgentes.
La representante de las seis potencias mundiales y el ministro de Exteriores de la República Islámica dieron ayer por finalizada la sesión de conversaciones que se ha desarrollado durante los últimos días en Viena.
Al término de esta ronda de reuniones, Katherine Ashton y Javad Zarif se mostraron de acuerdo en destacar que han mantenido “discusiones sustanciales y útiles que han cubierto una serie de cuestiones, incluidos el enriquecimiento, el reactor de Arak, la cooperación nuclear civil y las sanciones”. Las partes han decidido volver a reunirse en la capital austriaca del 7 al 9 de abril con vistas a alcanzar un acuerdo definitivo.
Abdulá Gül no cree que los recientes escándalos que han afectado severamente al Gobierno turco obedezcan a una conspiración internacional, tal y como viene sosteniendo el primer ministro del país.
Según recoge el rotativo turco Hürriyet, en el transcurso de su visita oficial a Dinamarca Gül ha asegurado que no acepta “las acusaciones a poderes extranjeros”, algo que no considera justo, “como si hubiera personas intentando destruir a Turquía”.
Ochenta camiones de la ONU están preparados para cruzar la frontera turca hacia Siria al objeto de hacer llegar alimentos, agua y medicinas a las zonas más devastadas del país.
El acceso de este convoy, que cuenta con la autorización del Gobierno sirio, es fruto del llamamiento de la ONU hace un mes a las autoridades sirias y a los grupos rebeldes para que permitieran llegar rápidamente ayuda humanitaria a través de rutas directas, como en el caso del convoy que saldrá de Turquía de manera inminente.
37 personas murieron ayer en los choques entre las fuerzas de seguridad iraquíes y los distintos grupos yihadistas que tienen en su poder algunas localidades cercanas a la capital.
En Faluya, ciudad situada a 60 km al oeste de Bagdad y actualmente controlada por bandas suníes contrarias al Gobierno chií de Nuri al Maliki, los combates dejaron 15 muertos y 40 heridos después de que el Ejército iraquí bombardeara distintos barrios de la periferia de la localidad.