Revista de Prensa

Estas elecciones son un escándalo

 

El dictador sirio, Bashar al Asad.
"El secretario general de la ONU ofreció su apoyo al nuevo Gobierno de unidad palestino y pidió a la comunidad que haga lo propio y le otorgue su voto de confianza"

La Casa Blanca ha encabezado las protestas internacionales contra los comicios celebrados ayer en Siria en medio de la guerra civil que va ya por su cuarto año. La portavoz de la Secretaría de Estado, Marie Harf, insiste en que “Asad no tiene más credibilidad hoy que la que tenía ayer”, al tiempo que mostró su rechazo a la imagen del dictador sirio depositando su voto “como si fuera una elección real”.

El secretario general del organismo, Ban Ki Moon, mostró ayer su “pleno apoyo” al flamante Ejecutivo y confió en que “pronto emerjan nuevas oportunidades para la solución de los dos Estados” tras la ruptura de las negociaciones de paz.

El jefe de la ONU apeló a la comunidad internacional para que “no suavice su apoyo al desarrollo de la economía palestina y en la consecución de la paz”, con plena confianza en “las renovadas promesas de Abás de que el Gobierno continuará observando sus compromisos para el reconocimiento de Israel, la no violencia y la adhesión a los acuerdos previos“.

El presidente iraní mostró ayer su firme decisión de continuar con su programa atómico y acabar con las sanciones internacionales que han devastado la economía del país. En un acto conmemorativo del 25 aniversario de la muerte del Ayatola Jomeini, fundador de la República Islámica, Ruhaní insistió en que “sin ninguna duda, el poder nuclear es nuestro derecho definitivo”, al tiempo que reiteró su compromiso de “defender los intereses de la nación iraní”.

El antiguo jefe del Ejército egipcio, que en julio del año pasado derrocó al presidente islamista Mohamed Morsi, obtuvo en las elecciones presidenciales celebradas la pasada semana un respaldo del 96,91% de los votos emitidos, según las autoridades del país encargadas de velar por el proceso electoral.

Al Sisi aceptó los resultados y realizó una llamada al pueblo egipcio a través de la televisión para que trabaje en pos de restaurar la estabilidad y alcanzar la “libertad” y la “justicia social”. “Habéis hecho lo que teníais que hacer y ahora es tiempo de ponerse a trabajar”, concluyó, dirigiéndose a todos los egipcios.

El culebrón del traspaso de poderes en Libia se complica con el rechazo de Al Zini a ceder el puesto al nuevo máximo mandatario del país, Ahmed Maitiq, a pesar de que éste tomó posesión efectiva del cargo en el día de ayer. Zini insiste en que no abandonará el poder hasta que se resuelva el recurso contra la designación de su sucesor y criticó la decisión del presidente del Congreso de congelar las cuentas bancarias oficiales para impedir que sus ministros puedan seguir gestionándolas.