Contextos

El inminente ataque contra Siria

Por Michael J. Totten 

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"No resulta difícil creer que un criminal de guerra que posee armas químicas cometa un crimen de guerra con ellas. No es que se esté acusando de ello al rey de Bélgica, precisamente""Las teorías de la conspiración y las explicaciones enrevesadas casi nunca aciertan. Las explicaciones sencillas son las correctas en el 99% de los casos""Se presentó como el tipo de presidente opuesto a George W. Bush, y como tal quiere gobernar. Debe de volverle loco estar sopesando una intervención contra un dictador baazista árabe por culpa de unas armas de destrucción masiva, pero eso es justo lo que está pasando""Si Obama no actúa al respecto, también perderá credibilidad en cuanto a la otra línea roja que ha trazado en Oriente Medio, respecto el desarrollo de armas nucleares por parte de Irán.""La mera existencia de esos arsenales químicos supone una amenaza no sólo para los sirios, sino para los vecinos inmediatos de Siria, e incluso para gente que se encuentra en lugares mucho más alejados. Porque, si Asad es derrocado por los rebeldes, el país se desintegrará en un caos absoluto"

Llevo ocho años deseando ver apalizado a Bashar al Asad, así que resulta algo extraño que, de pronto, tenga sentimientos encontrados al respecto, ahora que parece que Estados Unidos verdaderamente podría entrar en acción.

Veamos cómo hemos llegado a este punto y qué podemos esperar en el futuro inmediato.

Supuestamente, el Gobierno sirio usó armas químicas en un suburbio de Damasco y mató, por lo menos, a cientos de civiles; probablemente, a más de mil.

“No creemos que, dado el método empleado, cohetes, la oposición haya llevado a cabo estos ataques”, dijo el presidente Barack Obama en Newshour. “Hemos llegado a la conclusión de que, de hecho, fue el Gobierno sirio quien los hizo”.

Eso no puedo verificarlo, pero por ahora lo aceptaré como lo más probable. La Administración tiene acceso a datos de inteligencia irrefutables que el resto de nosotros no podemos ver. Y, de todas formas, no resulta difícil creer que un criminal de guerra que posee armas químicas cometa un crimen de guerra con ellas. Porque no es que se esté acusando de ello al rey de Bélgica, precisamente.

Es posible que Al Qaeda o el Ejército Libre Sirio tengan acceso a esas armas y que esto lo hayan hecho ellos, pero los miles de supervivientes están seguros de que fue el Gobierno.

También lo están los israelíes.

Podrían equivocarse; cualquiera podría, es algo que sucede. Pero es espectacularmente improbable que todo el mundo esté mintiendo. Las teorías de la conspiración y las explicaciones enrevesadas casi nunca aciertan. Las explicaciones sencillas son las correctas en el 99% de los casos.

No me creo todo lo que dice el Gobierno, pero las mentiras sobre esta clase de cosas son mucho menos frecuentes que, por ejemplo, las que se refieren al programa de impuestos del candidato rival durante la campaña. Y, en cualquier caso, ¿por qué iba a mentir la Casa Blanca al respecto? La idea de que Barack Obama esté urdiendo una falsa excusa para bombardear Siria no tiene sentido. Claramente, ha estado en contra de implicarse. Se presentó como el tipo de presidente opuesto a George W. Bush, y como tal  quiere gobernar. Debe de volverle loco estar sopesando una intervención contra un dictador árabe baazista por culpa de unas armas de destrucción masiva, pero eso es justo lo que está pasando.

Así que ahora se habla de ataques con misiles de crucero durante un par de días, como mucho. Tendremos que esperar y ver si eso es lo que sucede, pero es lo que, el miércoles por la noche, dijeron “altos cargos estadounidenses”. Las fuerzas de Asad están evacuando los lugares que consideran posibles objetivos, así que puede que esto no llegue a mucho.

No se trata de un cambio de régimen. Por lo menos, no en esta ocasión. “Quiero dejar claro que las opciones que estamos considerando no se refieren a un cambio de régimen”, dijo Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca. Los americanos pueden estar seguros de que no tendrán otra larga guerra, al menos de momento, y Asad puede confiar en que él también está a salvo.

De lo que se trata es de hacer cumplir la línea roja de Obama respecto al uso de armas químicas. Le dijo a Asad que lo pagaría caro si las empleaba, y si no actúa en consecuencia perderá credibilidad. Verdaderamente, no está bien que un patrocinador estatal del terrorismo internacional crea que tiene luz verde para emplear armas de destrucción masiva contra civiles. No está bien que nadie lo crea. Incluso si a uno le importan un bledo los sirios, bueno, resulta que no son los únicos que están a tiro.

Si Obama no actúa, también perderá credibilidad en cuanto a la otra línea roja que ha trazado en Oriente Medio, respecto al desarrollo de armas nucleares por parte de Irán. Desea desesperadamente convencer a la República Islámica para que abandone ese programa sin tener que ir a la guerra. La única forma de que eso sea remotamente posible, por muy improbable que resulte, es que Teherán crea que Washington le declarará la guerra si no se detiene en algún momento. Así que si Asad logra saltarse su línea roja los gobernantes iraníes tendrán todos los motivos para creer que ellos también pueden saltarse la suya.

Ésa es la teoría, en todo caso. Es de lo que se trata. No voy a interponerme (tampoco es que eso fuera a suponer alguna diferencia), ni voy a protestar.

Pero se podría plantear un argumento mucho mejor: que la mera existencia de esos arsenales químicos supone una amenaza no sólo para los sirios, sino para los vecinos inmediatos de Siria, incluso para gente que se encuentra en lugares mucho más alejados. Porque si Asad es derrocado por los rebeldes, el país se desintegrará en un caos absoluto. Al Qaeda y Hezbolá ya están rondando, y sin el Gobierno para poder asegurar sus arsenales cualquiera podría ir, apoderarse de ellos y emplearlos contra quien que se les antoje.

Sin embargo, Estados Unidos no está empleando ese argumento y, al parecer, no planea hacer nada al respecto. Así que es probable que nada cambie sobre el terreno. La acción militar debería servir para adelantar algún tipo de objetivo estratégico, pero, a menos que la Casa Blanca esté manteniendo su plan en secreto para todo el mundo, no parece que eso sea lo que vaya a pasar.

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