El periodista especializado en Oriente Medio Willy Stern describe en The Weekly Standard las características del formidable arsenal de Hezbolá, una amenaza crítica contra Israel que el Estado judío debe neutralizar.
Hezbolá tiene una peligrosa colección de más de 130.000 cohetes, misiles y morteros dirigidos contra Israel. Es un arsenal mayor que el de todos los países miembros de la OTAN juntos (excepto EEUU). Una persona razonable podría preguntarse: ¿para qué necesita Hezbolá un arsenal ofensivo más grande que el de toda Europa Occidental?
“No haces acopio de 130.000 misiles si no tienes la intención de usarlos”, dice Matthew Levitt, experto en contraterrorismo del Washington Institute for Near East Policy. Hezbollah, organización terrorista libanesa violentamente antiisraelí bien financiada, es un títere del régimen iraní.
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No hay ninguna alternativa buena [a un ataque preventivo] (…). Así lo afirma un grupo de expertos en legislación militar internacional del que forma parte Geoff Corn, del South Texas College of Law de Houston, que ha estudiado las políticas de objetivos de las IDF: “Una vez agotados todos los esfuerzos posibles para reducir el riesgo entre civiles, los comandantes de las IDF deben resolver la cuestión decisiva: ¿es excesivo el daño potencial a civiles en comparación con las ventajas que dicho ataque proporcionaría?”.
Es la tesis de las autoridades kurdas: tras la derrota del Estado Islámico, Irak debería organizarse como una confederación o dar paso directamente a tres Estados independientes: uno suní, otro chií y un tercero de mayoría kurda.
Hay, no obstante, importantes obstáculos que superar antes de llegar a un acuerdo de esa trascendencia. Para empezar, que ni los suníes ni los chiíes comparten la idea. Los corresponsales de la agencia Reuters en Irak y el Kurdistán, Maher Chmaytelli e Isabel Coles, lo explican en este artículo.
Barzani [Masrur Barzani, presidente del Consejo de Seguridad de la Región Autónoma del Kurdistán e hijo del propio presidente de la RAK, Masud Barzani] dijo que el sentimiento suní de marginación por parte de los líderes chiíes ha facilitado la conquista de sus regiones por los militantes del Estado Islámico.
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En respuesta a los comentarios de Barzani, los suníes dijeron que su plan de dividir Irak sería difícil de llevar a cabo. Los suníes están dispersos por todo Irak y delimitar las líneas de cualquier entidad suní podría desembocar en una nueva oleada de combates.
Halla Diyab, directora de Liberty Media Productions, pone el énfasis en la importancia estratégica de conquistar la segunda ciudad de Siria para el destino del país una vez finalice la guerra civil.
Alepo es un punto focal en la guerra siria, no sólo por su proximidad geográfica a la capital, sino por su importancia militar (…).
Las fuerzas gubernamentales no están dispuestas a renunciar a Alepo, pero el Frente al Nusra se está expandiendo por la zona con bombardeos constantes sobre la ciudad e incursiones en la misma desde la frontera con Turquía.
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Con un torbellino de facciones enfrentadas intentando asegurarse el control de Alepo, las atrocidades se acumulan en todos los bandos. La lucha por la ciudad es cada vez más brutal, y las perspectivas para una solución política se difuminan.
La facción que gane Alepo modelará la Siria posbélica. Si Al Nusra tiene éxito, convertirá el conflicto sirio en un combate directo contra el Estado Islámico.