La organización terrorista escindida de Al Qaeda se ha hecho con el control de la presa de Mosul, la mayor del país y de formidable importancia en términos estratégicos.
Recientemente publicamos un artículo de Daniel Pipes, «El grave peligro de las presas iraquíes», que empezaba con la siguiente advertencia:
(…) la presa de Mosul, la mayor del país, podría causar la devastación debido a una combinación de factores: construcción defectuosa, indiferencia gubernamental y una continuada insurrección civil. En el caso de que colapsara, provocaría la mayor pérdida de vidas por causas humanas de la historia.