La cifra la ha comunicado el Pentágono y tiene como referencia el pasado mes de agosto, cuando EEUU y sus aliados empezaron bombardear posiciones del Estado Islámico, que detenta el control de buena parte de Siria e Irak.
Dos tercios del gasto total –es decir, 1.800 millones de dólares– han tenido que ver, precisamente, con las operaciones aéreas emprendidas. Otras partidas de interés son las destinadas a munición (646 millones), salarios (16 millones) y operaciones de inteligencia y vigilancia (21 millones).
Según la ONU, ésta sería la cuantía que el régimen de Teheran emplea en ayudar a su aliado sirio, si bien otras organizaciones estiman que la suma es aún mayor: entre 14 y 15.000 millones de dólares.
Pese a las sanciones económicas impuestas a Irán, las autoridades de la República Islámica han sido capaces de canalizar esta ayuda a Bashar al Asad.
Recientemente, el presidente estadounidense Barack Obama dijo que el presupuesto militar de Irán no debería ser un motivo de preocupación y lo cifró en unos 15.000 millones de dólares, frente a los más de 150.000 de los países vecinos del Golfo. Por su parte, el régimen iraní mantiene silencio sobre su presupuesto militar, y tampoco divulga información sobre las cantidades invertidas en los subsidios a sus aliados.
El jefe del Estado Mayor estadounidense, Martin Dempsey, dice que el Pentágono está estudiando ubicaciones en zonas estratégicas para llevar más tropas, con el fin de colaborar con el Ejército iraquí en la batalla contra el Estado Islámico. Dempsey ha adelantado que EEUU podría reorganizar sus tropas en el país para situarlas en el corredor estratégico que va de Bagdad a Mosul y pasa por Tikrit.
Tony Abbot ha exhortado a los países del Pacífico a que colaboren en la lucha contra el Estado Islámico, ya que considera que se trata de un problema global. Además, confirmó que unos 100 australianos se han unido a los grupos yihadistas en Siria e Irak. Abbott aseguró en la conferencia contra el terrorismo en la que participaba que «no se puede negociar con una entidad como ésta, sólo se puede luchar contra ella».
El ministro de Exteriores bareiní ha citado al jefe de la legación diplomática de Irak, Amed Naif Rashid al Dalimi, para protestar por el entrenamiento que estaría recibiendo en territorio iraquí el grupo chií Saraya Al Ashtar, considerado una formación terrorista. Según las autoridades de Baréin, el grupo está preparándose para el uso de armas y explosivos. El ministro ha instado a Irak a poner fin al apoyo a grupos terroristas que utilizan su territorio para amenazar la seguridad de Baréin.
En un tono más conciliador que el empleado en la reciente campaña electoral, el presidente turco ha hecho sus primeras declaraciones tras las elecciones legislativas del pasado domingo, en las que el Partido de la Justicia y el Desarrollo perdió la mayoría absoluta de la que gozaba. Erdogan ha pedido a los líderes de los distintos partidos «que pongan sus egos a un lado» para formar un Gobierno «lo antes posible dentro del proceso constitucional», porque no se puede dejar a Turquía «sin cabeza».