Revista de Prensa

EEUU acusa a Israel de espiar sus conversaciones con Irán

 

Barack Obama y Benjamín Netanyahu.
"El Gobierno yemení hace un llamamiento a los países del Golfo para que interventan militarmente, ante el avance de los rebeldes huzis"

Según informa The Wall Street Journal, la Administración norteamericana ha descubierto que sus actividades en torno a las conversaciones nucleares con Teherán han estado siendo espiadas por agentes israelíes. Jerusalén habría conocido así los términos de las reuniones y los intercambios de información entre los seis poderes mundiales (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad y Alemania) e Irán.

Según las fuentes consultadas por el rotativo, la Casa Blanca no estaría tan molesta por las actividades de espionaje israelí como por el hecho de que Netanyahu utilizara esa información secreta para poner a los congresistas y senadores estadounidenses en contra de la Administración Obama.

El presidente de Israel ha designado al actual primer ministro para negociar el próximo Ejecutivo, tras comprobar que tiene asegurado el respaldo de 67 de los 120 miembros del Parlamento elegido la semana pasada.

Netanyahu cuenta con el apoyo de su propia formación (Likud, 30 escaños) y con el de Kulanu (10), Habayit Hayehudi (8), Shas (7), Israel Beitenu (6) y Judaísmo Unido de la Torá (6).

El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Denis McDonough, ha señalado que  las palabras de Benjamín Netanyahu sobre la creación de un Estado palestino son «alarmantes» y que Estados Unidos no puede obviarlas: «No podemos fingir que estos comentarios nunca se han hecho«.

«No importa quién dirija Israel, nunca renunciaremos al compromiso de Estados Unidos con la seguridad del país», dijo MacDonougth, que posteriormente añadió, en referencia a Cisjordania: «Una ocupación que ha durado más de 50 años debe terminar»,

Las últimas unidades han sido evacuadas a consecuencia del progresivo deterioro de la situación. Washington y Londres temen que el caos político y el riesgo de guerra civil conviertan al Yemen en un reducto para los grupos terroristas que asuelan Oriente Medio.

El ministro de Exteriores, Riad Yasin, ha hecho un llamamiento a la ONU y a las naciones vecinas para detener el avance de los huzis hacia la ciudad portuaria de Aden, el último reducto de las fuerzas leales al presidente Mansur al Hadi. Yasin ha reclamado la presencia en el país de «las fuerzas del Escudo del Golfo para detener la expansión con apoyo iraní de los huzis».

El príncipe Saud al Faisal ha condenado la injerencia de Irán en el conflicto y acusa a la República Islámica, principal rival regional de los saudíes, de intentar «provocar un conflicto sectario». Así, ha hecho una llamada a los países del Golfo para actuar en caso de que se recrudezca la guerra, advirtiendo que «tanto los países de la zona como el mundo árabe tomarán las medidas necesarias para proteger la región».

El cese ha sido ordenado por el primer ministro, Habib Esid, tras realizar una visita al barrio del ataque y comprobar la existencia de varios fallos de seguridad. Entre los cargos que han sido cesados está el jefe de la Policía y un alto responsable de seguridad del Museo del Bardo.

Por otra parte, el presidente del país, Beyi Caíd Esebsi, ha confirmado que el tercer terrorista implicado en el ataque de la semana pasada está en busca y captura. «Es cierto que había tres atacantes y hay uno huido, pero no va a llegar muy lejos», concluyó.

El ataque terrorista se ha producido esta madrugada en la provincia de Wardak, cercana a Kabul, según ha informado Ataulá Jogyani, portavoz del gobernador provincial.

Las víctimas viajaban en un autobús hacia el sur del país cuando un grupo de hombres armados irrumpió en el vehículo y abrió fuego contra los pasajeros.