Revista de Prensa

Durísimas condenas en el caso Ergenekon

 

Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía.
"Pese a la prohibición de comer mientras haya sol en el mes del ayuno, el Movimiento por la Autonomía de la Kabilia (MAK) convocó en Tizi Uzu, capital de Cabilia, a decenas de personas para celebrar una comida popular"

Los condenados –254– han sido acusados de conspirar para derrocar al Gobierno del islamista Recep Tayyip Erdogan. Entre ellos se cuentan los generales retirados Ilker Basburg –exjefe del Estado Mayor–, Vely Küçük, Fikri Karadag y Hasan Ataman Yildirim, el periodista Tuncay Özkan, el abogado Kemal Kerinçsiz y el líder de Partido de los Trabajadores, Dogu Perinçek: a todos estos se les ha impuesto la perpetua.

«La nación tendrá la última palabra», declaró Barburg al conocer la sentencia.

«La confrontación se da entre la patria y sus enemigos, entre el Ejército y los terroristas, entre el Estado y los que están fuera de la ley», dijo también ayer el dictador sirio, en un discurso de 45 minutos de duración. «No tenemos otra opción que defendernos y defender a nuestro país con nuestras propias manos».

Los senadores norteamericanos llegaron ayer al país norteafricano para reunirse con sus actuales líderes políticos. Está previsto que hoy lo hagan con el presidente interino, Adli Mansur; el ministro de Defensa, Abdel Fatah al Sisi, y el ministro de Exteriores, Nabil Fahmy. También se prevé que se reúnan con dirigentes de los Hermanos Musulmanes.

«Los militares deben moverse más enérgicamente para devolver el poder a la población y a las organizaciones civiles», ha declarado Graham, senadora por Carolina del Sur. «Quiero que se mantenga la ayuda a Egipto», dijo su colega de Arizona, «pero en el entendido de que Egipto camina hacia la democracia, no hacia una dictadura militar».

Pese a la prohibición de comer mientras haya sol en el mes del ayuno, el Movimiento por la Autonomía de la Cabilia (MAC) convocó en Tizi Uzu, capital de Cabilia, a decenas de personas para celebrar una comida popular.

Los participantes en dicho acto portaban banderolas en las que se leía «Por la libertad de conciencia» y «No a la Inquisición». «Cada uno es libre. No estamos en contra de la religión, pero no aceptaremos más la Inquisición y la falta de respeto al prójimo».

«Es un hecho que en Túnez hay dos calles«, ha declarado, Rashid Ghanuchi, líder de la formación islamista que ostenta el poder, en referencia a las manifestaciones multitudinarias que están celebrando tanto partidarios como detractores del Gobierno. «Estamos en los cien metros finales del proceso de transición y no vamos a empezar otra vez desde el principio», ha advertido Ghanuchi, que por otro lado ha afirmado que «todas las opciones están sobre la mesa».