Eso opinan los radicales iraníes de la joven Nina Siakhali Morade, elegida para ocupar un puesto en el consejo de la ciudad de Qazvin.
Los ultraconservadores islamistas se oponen a que Morade sea concejal, esgrimiendo argumentos como «no queremos a una modelo en la mesa», o considerando sus carteles electorales (en la imagen) «vulgares y en contra de la religión» por el hecho de que se atisbe un mechón de su pelo bajo el velo.