Revista de Prensa

Contra la politización de las IDF

 

Michael B. Oren.

Michael B. Oren, diputado de la Knéset y exembajador israelí en EEUU, muestra su firme oposición a que los militares participen en la contienda política por considerarlo una grave amenaza para la supervivencia de la democracia en el Estado judío.

En Israel la situación se complica por la íntima relación entre las IDF [Fuerzas de Defensa de Israel] y la sociedad, así como por la presencia de ex altos oficiales del Ejército en puestos políticos. Además de las amenazas de los enemigos de Israel, el Ejército tiene que lidiar con las amenazas de los extremistas israelíes, de derecha y de izquierda.

(…), el principio de que las IDF tienen que estar por encima de la refriega política es crucial para la supervivencia de Israel como un Estado democrático. David ben Gurión comprendió muy bien este hecho: Poco después de la fundación de Israel disolvió las milicias ideologizadas –Palmaj, Leji y Etzel– y las integró en un mando unificado que dependía solo del Gobierno.

María Dubovikova, presidenta del Institute for Middle East Studies Club, cree que hay motivos para confiar en una solución al conflicto sirio, a pesar del complejo entramado de intereses y objetivos geoestratégicos que se dirimen en esa guerra.

El conflicto sirio está asistiendo a un momento de calma, tanto sobre el terreno como en los medios de comunicación. Los esfuerzos llevados a cabo por los actores internacionales, especialmente Rusia y EEUU, han reavivado el débil alto el fuego (…), que a su vez ha renovado la esperanza de unas conversaciones de paz. El final del conflicto depende de que los actores internacionales tengan éxito en su cooperación.

Las conversaciones de paz de Ginebra se interrumpieron en abril, cuando la oposición rechazó seguir en ellas mientras la violencia en Siria empeoraba, a pesar del acuerdo de alto el fuego. El enviado especial de la ONU a Siria expresó su esperanza en que las conversaciones se pudieran retomar a finales de este mes de mayo. Para conseguirlo, las partes necesitan trabajar duro en un clima estable y de confianza. No se construirá esa confianza hasta que se llegue a un alto el fuego creíble y duradero.

Yaakov Amidror, general en la reserva del Ejército israelí, muestra su desacuerdo con quienes, frustrados por el estancamiento del conflicto con los palestinos, piden al Gobierno israelí que dé pasos de envergadura, como una retirada unilateral de los territorios en disputa.

Israel debería concentrarse en mejorar las vidas de los palestinos y en cómo gestionar la situación el día después de que termine el régimen de Mahmud Abás en la Autoridad Palestina, puesto que no tiene un heredero.

Simultáneamente, es imprescindible determinar los motivos de la actual ola de terrorismo y cómo detenerla. Israel tiene que idear movimientos que puedan desacreditar la hostilidad en su contra desde los diferentes rincones del planeta. Parte de esa hostilidad está alimentada por la afirmación de que el apoyo expresado por Israel al proceso de paz es solamente de palabra, especialmente cuando se socava cualquier posibilidad de futuras negociaciones por la aprobación de la expansión de los asentamientos.