Se llama Mohsen Makhmalbaf y es un destacado director de cine iraní, autor de películas como la premiada Kandahar (2001). Su última película, un documental titulado Baghban («El jardinero»), sobre los bahá’ís, ha sido rodada en Haifa y Jerusalén, en cuyo festival de cine fue presentada la semana pasada. Makhmalbaf es un gran amante de Israel y aspira a que iraníes e israelíes puedan conocer la paz y visitar sus respectivos países.
Esto ha desatado las iras del régimen de la República Islámica, que ha ordenado retirar todos sus premios del Museo del Cine de Teherán. El cineasta, que vive exiliado junto a su familia desde 2005, ha sufrido en más ocasiones las críticas y amenazas de las autoridades iraníes.