A la mayoría no le gusta el nuevo Gobierno del Estado judío… que sigue mereciendo su apoyo frente a quienes se afanan en destruirlo.
En su intento de demonizar a Bibi, están infligiendo un daño potencialmente irreparable a Israel y al pueblo judío.
El rey Abdalá es un soberano moderado, moderno e inteligente. Pero sin el apoyo israelí, su futuro y el de su país serán inestables.
Debido a una persecución continua pero silenciada, el cristianismo está a punto de desaparecer en el lugar de su nacimiento.
Juntos, Netanyahu y Herzog representan lo mejor de Israel, así como las complicaciones que pueden surgir en cualquier democracia.
Nada ilustra mejor la absoluta ineptitud mesoriental de Biden que la decisión de Arabia Saudí de forjar una alianza estratégica con China.
Los palestinos prefieren la «lucha armada» y el terrorismo a las negociaciones de paz con Israel.
La República Islámica no puede reformarse. Irán sólo tendrá un futuro brillante cuando el régimen islamista haya desaparecido para siempre.
El vendaval de israelofobia desplegado por jugadores y aficionados es malo para la paz.
Los Gobiernos y las políticas cambian. El apoyo a la única democracia de Oriente Medio debe ser una constante.