El ataque fallido a un convoy israelí por parte del grupo terrorista chií libanés es un tipo de acción que en otras ocasiones ha contribuido a que se desaten las hostilidades entre el Estado judío y aquél, como ocurrió en la segunda guerra del Líbano.
Jason Bloom explica en The Jerusalem Post por qué a Irán y a Hezbolá les interesa un conflicto armado con Israel.
Los iraníes corren el riesgo de perder el levantamiento de sanciones establecido en el acuerdo nuclear debido a la ruptura de sus términos con las pruebas de misiles balísticos capaces de llevar armamento nuclear. En cualquier conflicto con Hezbolá, los iraníes desempeñarán un papel, quieran los israelíes o no. La comunidad internacional cambiará quitará el foco de las violaciones del acuerdo nuclear cuando los iraníes se presenten como necesarios para poner fin a una guerra entre Hezbolá e Israel.
La violencia sectaria entre musulmanes y el auge de movimientos terroristas islamistas de amplio espectro ha robado protagonismo al conflicto que enfrenta a palestinos e israelíes, según pone de manifiesto Gary Gambill en este artículo.
Por supuesto, tendremos que seguir haciendo lo que podamos para ayudar a alcanzar la paz entre palestinos e israelíes, condenar los actos atroces de violencia y criticar con contundencia las erróneas iniciativas diplomáticas europeas y árabes que podrían empeorar las cosas. Pero israelíes y palestinos van a tener que acostumbrarse a un nuevo mundo en el que los detalles de su lucha no nos van a importar demasiado. Deberían aceptarlo como un cumplido.
Marwan Hisham es el pseudónimo de un periodista y escritor residente en Raqa, la capital del Estado Islámico. Desde allí escribe una crónica para el New York Times en la que relata la manera en la que el califato terrorista capta a los jóvenes locales, a los que proporciona armas y, sobre todo, dinero.
El Estado Islámico ofrece a la gente una opción: escapa de la pobreza luchando por nosotros. El mundo tiene que ofrecer a la gente que vive bajo el Estado Islámico mejores alternativas. Impidan que el Gobierno de Asad siga bombardeando mercados y puentes, y a sus aliados rusos que destruyan infraestructuras civiles, como ocurrió recientemente cuando un ataque de la aviación rusa golpeó un depósito de agua, dejando sin suministro a la ciudad.
Pero sobre todo no confundan con terroristas a los ciudadanos de las ciudades ocupadas, sólo porque eran demasiado pobres para huir cuando el Estado Islámico tomó el poder. La gente bajo esa ocupación es la mejor esperanza para destruir a los yihadistas. Sin su apoyo, el Estado Islámico difícilmente será derrotado.
Nawal al Hawsawi se ha convertido en un icono de la lucha por la igualdad de las mujeres en Arabia Saudí, al punto de que se la compara con la famosa activista negra por los derechos civiles en Estados Unidos.
Hawsawi es negra, piloto de avión y está casada con un extranjero blanco, es decir, todo lo que una mujer saudí no debería ser o hacer, según el canon conservador del reino. Estas circunstancias la han convertido en objeto de numerosos ataques en las redes sociales.
Hawsawi tiene claro por qué se ha convertido en objetivo: “Yo represento todo lo que ellos odian, todo a lo que ellos se oponen. Soy una mujer saudí que se casó con un extranjero y ellos son antiamericanos. Mi marido es blanco, yo negra y ellos condenan los matrimonios interraciales. Ellos dicen que las mujeres no deberían trabajar, así que ver a una mujer que no puede conducir un coche pero tiene licencia de piloto es inaceptable. Y no quieren que mi mensaje llegue a tantos seguidores”.