«Creo que el BDS [boicot, desinversiones y sanciones contra Israel] es un movimiento injusto y discriminatorio con un doble rasero que, en definitiva, es antisemita», ha declarado el expresidente del Gobierno español al diario israelí en lengua hebrea Maariv-Hashavua.
Aunque declara que su objetivo es presionar al Gobierno israelí, el BDS en realidad trata de dañar a cada ciudadano israelí y no sólo al Gobierno. En realidad, lo que el BDS quiere es hacer intolerable la vida en Israel para que la nación judía no pueda llevar una vida normal en su Estado. El BDS no sólo quiere cambiar la política del Gobierno, sino vaciar de judíos el país.