El Ejército Libre de Siria, que participa en la lucha para derrocar a Bashar al Asad, acusa directamente a Hasán Nasrala, líder del grupo terrorista libanés Hezbolá, de ser el responsable de la caótica situación que se vive en la ciudad siria de Qusayr, junto a la frontera con el Líbano.
Los grupos rebeldes sirios amenazaron ayer de nuevo con atacar objetivos de Hezbolá en el propio Líbano si el grupo terrorista chiita no retira a sus hombres del país.
Los servicios de noticias al servicio del régimen baazista afirmaron ayer que el Ejército sirio había capturado un camión militar israelí a las fuerzas rebeldes, lo que probaría el apoyo de Jerusalén a los rebeldes. Sin embargo, un portavoz de las fuerzas armadas israelíes ha aclarado, basándose en los números de identificación que aparecían en las imágenes servidas por las propias agencias sirias, que se trata de un simple jeep perteneciente al desaparecido Ejército del Sur del Líbano, fuera de servicio desde hace más de una década.
En una conferencia que impartió en Doha, Hamad ben Jalifa al Zani afirmó que la Primavera Árabe había puesto a Israel «en directa confrontación con el pueblo árabe, no sólo con sus dirigentes». Asimismo, ha asegurado que las revueltas de estos últimos años han refutado la creencia de que las reformas en el mundo árabe tienen que esperar que se alcance un acuerdo con Israel.
En la tarde de ayer tuvo lugar, en un mercado de Basora, el atentado más sangriento en lo que va de año, con 20 víctimas mortales y numerosos heridos. Otros dos coches bomba explotaron en dos diferentes puntos del país, en la provincia de Al Anbar y en Bagdad.
Desde abril, la violencia sectaria se ha cobrado 700 vidas.
Después de que advirtiera de que su Gobierno no negociará con los terroristas que mantienen secuestrados en la península a siete miembros de las fuerzas de seguridad, Mohamed Morsi ha ordenado la resolución urgente de la crisis por la vía militar.
El expresidente está acusado de participar en el asesinato de la expresidenta Benazir Bhutto.
Musharraf permanecía bajo arresto domiciliario desde que regresara al país con el fin de presentarse a las elecciones presidenciales, algo que finalmente no pudo hacer porque los tribunales le inhabilitaron de por vida para desempeñar un cargo público.
El suceso tuvo lugar ayer en Beersheba, en una sucursal del Hapoalim. El atracador era un exmiembro de la guardia fronteriza, y esa misma mañana se le había denegado cierta cantidad de dinero en esa misma sucursal.
Fue en la huida cuando mató a cuatro personas, antes de quitarse la vida.