Maher Abdul-Hafiz Hajar y Hasán Abdulá al Nuri serán los rivales del actual presidente sirio en la cita con las urnas fijada para el próximo 3 de junio, después de que el Tribunal Supremo Constitucional anunciara ayer la aprobación de las únicas tres candidaturas válidas para estos comicios.
Entre los requisitos para ser aceptado como candidato presidencial está el contar con el respaldo de al menos 35 diputados y haber residido en el país durante 10 años, lo que impide de facto que se pueda presentar a las elecciones cualquier candidato que no sea afín al régimen de Asad.
Tras el incidente ocurrido la semana pasada durante la votación en el parlamento para elegir al nuevo primer ministro, con el intento de asalto de un grupo de hombres armados, ayer se reanudó la sesión con el resultado de la elección para el cargo de Ahmed Matiq.
Matiq, empresario formado en el Reino Unido, sucede a Abdalá al Zani, que presentó su dimisión el pasado 13 de abril. Ayer juró su cargo con el compromiso de formar Gobierno en el plazo de dos semanas.
Los equipos de rescate desplazados a Badajshán consideran nulas las posibilidades de encontrar a más gente con vida. Las cifras oficiales cuentan 250 muertos, pero hay más de 3.000 desaparecidos, ya que la tierra se tragó unas 300 casas y otras 700 tuvieron que ser desalojadas.
Más de 60.000 civiles han huido de sus hogares para evitar las consecuencias de la guerra abierta entre el Frente de al Nusra, filial de Al Qaeda, y el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), el otro grupo yihadista mayoritario en el bando opositor al régimen de Bashar al Asad.
Los combates se han producido en la provincia de Deir al Zor, en el este de Siria, donde tres poblaciones han quedado desiertas y una niña ha resultado muerta por fuego de mortero.
El Ejército yemení ha llevado a cabo este pasado fin de semana un ataque contra bases de Al Qaeda de la Península Arábiga, considerada por la Inteligencia estadounidense como la franquicia más letal del grupo terrorista, con el resultado de 37 sospechosos muertos y docenas de heridos.
La operación ha sido desarrollada por fuerzas de infantería apoyadas con aviación en la provincia de Shabwa, en el sur del país, donde el Ejército sigue con su despliegue para acabar con los terroristas de Al Qaeda.
Lo aseguró ayer Abdalsalam Siyam, secretario general del Gobierno de la Franja, quien atribuyó esta decisión la puesta en práctica de uno de los puntos del acuerdo de unidad alcanzado entre Hamás y la OLP.
En el comunicado hecho público por el Gobierno gazatí se anuncia también la próxima visita al enclave palestino de un alto cargo de Al Fatah para discutir la formación de ese gobierno de unidad previsto en el pacto alcanzado a finales del mes pasado entre las dos principales facciones palestinas.