Activistas de las fuerzas opositoras al régimen sirio acusaron ayer al Ejército de Asad de haber utilizado nuevamente gas nervioso. Según esta denuncia, de la que se ha hecho eco la agencia Reuters, las fuerzas gubernamentales habrían lanzado dos misiles cargados con sustancias prohibidas en un área controlada por los rebeldes en la ciudad de Nabak, 68 km. al noreste de Damasco. En el ataque siete hombres han resultado afectados.
Según el periódico egipcio El Watan, el primer ministro interino, Hazem el Beblaui, se habría reunido a puerta cerrada con su Gabinete para estudiar la redacción de una norma específica que declare a la Hermandad organización terrorista. Mientras tanto, la alianza pro Morsi ha convocado nuevas protestas para este fin de semana.
Se trata de tres hombres que ya habían participado en concentraciones contra el régimen islamista de Mohamed Morsi, y que ahora están acusados de agredir a la policía y vulnerar la ley que limita el derecho de manifestación pacífica. Este es el primer juicio contra activistas laicos desde la promulgación el pasado 24 de noviembre de la ley que restringe las manifestaciones ciudadanas.
Para protestar nuevamente contra esta ley, hoy viernes se han convocado las tradicionales marchas en todo el país en solidaridad con los detenidos.
El crimen fue perpetrado por un terrorista suicida con un coche bomba. Según el Gobierno, todas las víctimas mortales eran médicos o enfermeras y varias de ellas tenían nacionalidad alemana.
Jalid Uld Adá, también conocido como Abu Basen, de nacionalidad mauritana y considerado como el número 3 de al Qaeda o un líder regional según otras fuentes, fue eliminado en una operación del Ejército argelino cuando viajaba por una zona desértica de la provincia de Tamanraset, en el sur del país. En el ataque murieron también sus cuatro acompañantes.
El periódico Al Jabar asegura que la operación militar tuvo lugar el pasado miércoles y añade que los terroristas procedían del norte de Mali para acudir a un encuentro con los líderes de Al Qaeda en el norte de África.
Nueva víctima mortal en Libia, pese a que el Gobierno de Trípoli mantiene desplegadas a las fuerzas del ejército por todo el país. Ronnie Smith, profesor de química oriundo del estado de Texas, fue abatido por un grupo de desconocidos cuando practicaba deporte cerca de su casa.
La víctima enseñaba química en una escuela local en la que se aplica un método de enseñanza estadounidense y en la que estudian niños libios y de otras nacionalidades.